Aquí os dejamos algunos vídeos hecho por alumnos de 4º de ESO de la optativa de Informática sobre el día del libro celebrado en el instituto. Para poder disfrutar de ellos escúchalos con el sonido activado. Esperamos que os gusten !!
dimecres, 27 d’abril del 2016
diumenge, 24 d’abril del 2016
Sant Jordi 2016
Us presentem algunes de les novetats que hem adquirit per a la nostra biblioteca, totes molt interessants! Us hi esperem! Bon Sant Jordi!
La violencia justa plantea estas preguntas (y otras relacionadas con ellas), a partir de un argumento en el que se cruzan dos dramas personales: el de Teresa Olivella (que intenta rehacer su vida tras una tragedia personal en la que desempeñó el papel de víctima absoluta) y el de Alexis Rodón (jefe de seguridad de unos grandes almacenes que antes fue sargento de los mossos y debió abandonar el cuerpo acusado de torturar al secuestrador y asesino de una niña). Ambos personajes se encontrarán no por casualidad, sino porque ella, atraída por la leyenda de torturador de Rodón, lo buscará para intentar hacer lo que ella entiende por justicia. Pero Teresa llega a la vida del ex policía en mal momento, cuando acaba de interesarse por una repugnante organización de proxenetas infantiles.
Però Mateu Sequeral ja ha pres la decisió. Per a desxifrar l’enigma que el pare va deixar pendent, el jove s’endinsa en un perillós entramat d’històries d’amor, assassinats, secrets familiars, contrabandistes, estraperlistes i especuladors urbanístics. La Mallorca del boom turístic, els Pirineus francesos, la Peníscola dels anys 40-50... són alguns dels escenaris de la recerca. Però el veritable cor de la narració són les illes Columbretes. Cau de pirates, llar de faroners i pàtria de contrabandistes, aquest paratge natural únic contagia el seu encís a la novel·la.
«Por primera vez en mi vida me puse a la tarea de escribir un diario. Quería dejar por escrito el día a día de un invierno en Nueva York, que tenía la particularidad de ser el último. Un invierno que se comportó como debía, salvajemente, con un frío que mordía a los paseantes en las esquinas y convertía cualquier paseo en una aventura, a menudo desoladora. Fueron días de frío y noches de insomnio creativo. Pero no sólo con palabras quería contarlo sino valiéndome de algunas de aquellas fotos que fui tomando durante los dos últimos años, con una constancia de cazadora solitaria, de paseante alerta», Elvira Lindo
Un libro ilustrado con fotografías de la propia autora que evocan la atracción y también la crudeza de una ciudad mítica. Un libro lúcidamente inspirado por noches de insomnio creativo.
Qué puede llegar a ocurrirles a los vecinos de un barrio cualquiera en estos tiempos difíciles? ¿Cómo resisten, en pleno ojo del huracán, parejas y personas solas, padres e hijos, jóvenes y ancianos, los embates de una crisis que «amenazó con volverlo todo del revés y aún no lo ha conseguido»?
Los besos en el pan cuenta, de manera sutil y conmovedora, cómo transcurre la vida de una familia que vuelve de vacaciones decidida a que su rutina no cambie, pero también la de un recién divorciado al que se oye sollozar tras un tabique, la de una abuela que pone el árbol de Navidad antes de tiempo para animar a los suyos, la de una mujer que decide reinventarse y volver al campo para vivir de las tierras que alimentaron a sus antepasados… En la peluquería, en el bar, en las oficinas o en el centro de salud, muchos vecinos, protagonistas de esta delicada novela coral, vivirán momentos agridulces de una solidaridad inesperada, de indignación y de rabia, pero también de ternura y tesón. Y aprenderán por qué sus abuelos les enseñaron, cuando eran niños, a besar el pan.
A Roberto no le gustan las Matemáticas, como sucede a muchas personas, porque no las acaba de entender. Pero una noche él sueña con un diablillo que pretende iniciarle en la ciencia de los números. Naturalmente, Roberto piensa que es otra de sus frecuentes pesadillas, pero en realidad es el comienzo de un recorrido nuevo y apasionante a través del mundo de las Matemáticas. ¿No es extraño hallar siempre secuencias numéricas por la simple multiplicación de los unos: 1 x 1 = 1, 11 x 11 = 121, 111111 x 111111 = 12345654321, y así en adelante? Y esto es sólo la operación más sencilla. Durante doce noches, Roberto sueña sistemas numéricos cada vez más increíbles. De pronto, los números cobran vida por sí mismos, una vida misteriosa que ni siquiera el diablo puede explicar del todo. Nunca las Matemáticas habían sido algo tan fascinante. Pronto, el diablo le hará abandonar los tópicos escolares y hará que acceda a niveles superiores: ¡y aun así los entiende! Y el joven lector también. Los números, cada página que pasa, se van volviendo cada vez más absorbentes. Es como magia, y Roberto quiere saber más y más hasta que, al fin, el diablo le hace comprender que algunos problemas y paradojas pertenecen a las altas esferas de la ciencia.
En La violencia justa, su novela más reciente, Andreu Martín aborda un problema con el que nuestra sociedad tiene una cuenta pendiente: nuestra relación con la violencia. La pregunta por cuándo es justo saltarse el contrato social (aquel mediante el cual los miembros de la sociedad se someten a un gobierno que pone el monopolio de la violencia en manos de quienes representan la ley), cuándo llega el momento en que un individuo está legitimado por las circunstancias para ejercer como juez y verdugo. Y, sobre todo, en esos casos, dónde está la fina línea, que separa la justicia de la venganza, el preciso castigo del desencadenamiento de la bestia que todos llevamos dentro, domesticada por la educación, tal y como finamente la analizó Freud en El malestar en la cultura.
La violencia justa plantea estas preguntas (y otras relacionadas con ellas), a partir de un argumento en el que se cruzan dos dramas personales: el de Teresa Olivella (que intenta rehacer su vida tras una tragedia personal en la que desempeñó el papel de víctima absoluta) y el de Alexis Rodón (jefe de seguridad de unos grandes almacenes que antes fue sargento de los mossos y debió abandonar el cuerpo acusado de torturar al secuestrador y asesino de una niña). Ambos personajes se encontrarán no por casualidad, sino porque ella, atraída por la leyenda de torturador de Rodón, lo buscará para intentar hacer lo que ella entiende por justicia. Pero Teresa llega a la vida del ex policía en mal momento, cuando acaba de interesarse por una repugnante organización de proxenetas infantiles.
Vale la pena seguir a Teresa y a Alexis en su itinerario hasta lo más hondo de sí mismos, ese camino que, al mismo tiempo, les lleva al centro del mismísimo infierno, ese que hacemos, cada día, entre todos.
A la casa de vacances, ha mort Robert Mascaró: un arribista d'èxit, ben relacionat. Un peix gros. Els mitjans, la policia, un advocat, un periodista que n'havia estat amic, pugen fins a aquest poble normal, que observa els fets des
de la distància. Què ha passat? Hi ha respostes, sí, però potser no es fan les preguntes correctes.
Amb TOTA LA VERITAT Núria Cadenes crea una novel·la calidoscòpica i trencadora, de fragments breus i múltiples narradors. I amb un estil personal de gran força expressiva, submergeix el lector en les violències soterrades, quotidianes, que no sempre són les que interessen la premsa. Ni ningú.
de la distància. Què ha passat? Hi ha respostes, sí, però potser no es fan les preguntes correctes.
Amb TOTA LA VERITAT Núria Cadenes crea una novel·la calidoscòpica i trencadora, de fragments breus i múltiples narradors. I amb un estil personal de gran força expressiva, submergeix el lector en les violències soterrades, quotidianes, que no sempre són les que interessen la premsa. Ni ningú.
L’editor americà de Murakami va fer una selecció dels disset millors contes que l’autor havia anat publicant per separat en diverses revistes i mitjans. Aquest volum recull, doncs, els millors contes d’aquest magnífi c autor. La temàtica i l’estil són al més pur estil Murakami: barreja de surrealisme i realitat, situacions doloroses de pèrdua, destrucció, confusió o soledat, però sovint amb un punt d’humor. El títol del llibre surt de l’últim conte de la col·lecció.
Había una vez un reino de fantasía gobernado por un rey y una reina que tenían una hija. Los reyes, muy preocupados por el futuro de la princesa Griselda, se proponen encontrarle un marido. Así que convocan un concurso solo apto para los más valientes: el que consiga el cetro del Gran Brujo, que gobierna el País de los Espantos, se casará con la princesa. Decididos a emprender la misión, un original grupo de aventureros se pone en camino hacia el castillo del brujo, sin sospechar los innumerables peligros a los que tendrán que hacer frente… Un fascinante y divertidísimo relato de aventuras, magia y humor.
Ratón es el típico chico que trabaja en la típica posada del típico reino fantástico, con sus caballeros típicos, sus hechiceros típìcos y sus tipiquísimos dragones. Un día, un accidente con un objeto mágico le otorga los grandes poderes del famoso mago Calderaus... unos poderes que no sabe usar. El problema es que Calderaus, ahora convertido en cuervo, no se detendrá hasta recuperar lo que es suyo... y Ratón deseará no haberlo conocido nunca. Los dos iniciarán un delirante viaje, en el que conocerán a toda una serie de personajes extravagantes y vivirán una serie de locas aventuras repletas de humor.
Cinco esquinas es la nueva y esperada novela del Premio Nobel de Literatura Mario Vargas Llosa. «Él había pensado que, después de todo, un periodista puede ser a veces útil. "Y también peligroso", concluyó. Tuvo el presentimiento de que nada bueno saldría de esta visita.» «La idea de esta novela comenzó con una imagen de dos señoras amigas que de pronto una noche, de una manera impensada para ambas, viven una situación erótica. Luego se fue convirtiendo en una historia policial, casi un thriller, y el thriller se fue transformando en una especie de mural de la sociedad peruana en los últimos meses o semanas de la dictadura de Fujimori y Montesinos. Me gustó la idea de que la historia se llamase Cinco esquinas como un barrio que, de alguna manera, es emblemático de Lima, de Perú y también de la época en la que está situada la historia. »Si hay un tema que permea, que impregna toda la historia, es el periodismo, el periodismo amarillo. La dictadura de Fujimori utilizó el periodismo amarillo, el periodismo de escándalo, como un arma política para desprestigiar y aniquilar moralmente a todos sus adversarios. Al mismo tiempo, también está la otra cara, cómo el periodismo, que puede ser algo vil y sucio, puede convertirse de pronto en un instrumento de liberación, de defensa moral y cívica de una sociedad. Esas dos caras del periodismo son uno de los temas centrales de Cinco esquinas.»Mario Vargas Llosa
El periodista Bernat Sequeral no imaginava que trobaria la mort per indagar per què el taüt de la mare era buit. Per això, vint anys després, la vídua s’oposa rotundament a la idea que el seu fill Mateu reprenga aquella investigació fatídica.
Però Mateu Sequeral ja ha pres la decisió. Per a desxifrar l’enigma que el pare va deixar pendent, el jove s’endinsa en un perillós entramat d’històries d’amor, assassinats, secrets familiars, contrabandistes, estraperlistes i especuladors urbanístics. La Mallorca del boom turístic, els Pirineus francesos, la Peníscola dels anys 40-50... són alguns dels escenaris de la recerca. Però el veritable cor de la narració són les illes Columbretes. Cau de pirates, llar de faroners i pàtria de contrabandistes, aquest paratge natural únic contagia el seu encís a la novel·la.
A través de Les veus i la boira, Premi Alfons el Magnànim València de Narrativa, Vicent Usó recorre els darrers setanta anys del segle xx a partir d’algunes veus –més o menys sinceres– que en van ser protagonistes.
Cuando Chris muere en un accidente de coche sospechosamente lejos de donde debía estar, la vida de su mujer, Alice, con una niña de seis años y otra en camino, se desmorona.
Incapaz de asumir la pérdida y con el temor de que tal vez su relación perfecta haya sido una mentira, se obsesiona con descubrir de dónde venía Chris y qué secreto escondía. Reconstruye el último viaje de su marido con la ayuda de las cámaras de seguridad de los establecimientos por donde este había pasado, hasta llegar al epicentro del misterio: Robin Island, en Cape Cod, Massachusetts, una pequeña y, solo en apariencia, apacible isla que modifi cará profundamente a Alice mientras busca respuesta a la pregunta: ¿Qué hacía Chris en la isla?
La isla de Alice oscila entre el thriller y el viaje emocional. Una historia de superación y una peripecia absorbente y cautivadora.
Incapaz de asumir la pérdida y con el temor de que tal vez su relación perfecta haya sido una mentira, se obsesiona con descubrir de dónde venía Chris y qué secreto escondía. Reconstruye el último viaje de su marido con la ayuda de las cámaras de seguridad de los establecimientos por donde este había pasado, hasta llegar al epicentro del misterio: Robin Island, en Cape Cod, Massachusetts, una pequeña y, solo en apariencia, apacible isla que modifi cará profundamente a Alice mientras busca respuesta a la pregunta: ¿Qué hacía Chris en la isla?
La isla de Alice oscila entre el thriller y el viaje emocional. Una historia de superación y una peripecia absorbente y cautivadora.
Todos los niños tienen millones de juguetes, los tienen grandes y pequeños, con luces y sonido, azules y amarillos. Pero los sucios y viejos, los feúchos y destartalados... esos son los que de verdad adoran. Para Claudia, ese juguete preferido es Trébol, su conejillo de peluche. Cuando Nico, su hermano mayor, lo tira a la basura por error la niña no vuelve a pegar ojo. Sus padres están desesperados y Nico se siente tremendamente culpable. Decide hacer una búsqueda en Omnia, la página web que se anuncia como el lugar donde comprar «todo lo que puedas soñar». ¡Y funciona! Ahí está, pero en el mismo instante en que lo localiza desaparece. ¿Lo habrá comprado alguien? Para salir de dudas, Nico se acercará a la oficina de atención al cliente y se verá arrastrado a un universo distinto y fascinante del que le será muy difícil escapar…
Quan les coses es torcen és quan cal que estiguem més desperts, més forts i amb més ganes de canviar el nostre present. Teniu a les mansuna sèrie de poemes (també en podeu dir consells, ànims o pensaments) que creuen fermament en les portes obertes, els gots plens i els llenços multicolors. Els compartim?
En España, en tiempos de oscuridad, siempre hubo hombres buenos que, orientados por la Razón, lucharon por traer a sus compatriotas las luces y el progreso. Y no faltaron quienes intentaban impedirlo.»
Arturo Pérez-Reverte
A finales del siglo XVIII, cuando dos miembros de la Real Academia Española, el bibliotecario don Hermógenes Molina y el almirante don Pedro Zárate, recibieron de sus compañeros el encargo de viajar a París para conseguir de forma casi clandestina los 28 volúmenes de la Encyclopédie de D'Alembert y Diderot, que estaba prohibida en España, nadie podía sospechar que los dos académicos iban a enfrentarse a una peligrosa sucesión de intrigas, a un viaje de incertidumbres y sobresaltos que los llevaría, por caminos infestados de bandoleros e incómodas ventas y posadas, desde el Madrid ilustrado de Carlos III al París de los cafés, los salones, las tertulias filosóficas, la vida libertina y las agitaciones políticas en vísperas de la Revolución francesa. Basada en hechos y personajes reales, documentada con extremo rigor, conmovedora y fascinante en cada página, Hombres buenos narra la heroica aventura de quienes, orientados por las luces de la Razón, quisieron cambiar el mundo con libros, cuando el futuro arrinconaba las viejas ideas y el ansia de libertad hacía tambalearse tronos y mundos establecidos.
«Por primera vez en mi vida me puse a la tarea de escribir un diario. Quería dejar por escrito el día a día de un invierno en Nueva York, que tenía la particularidad de ser el último. Un invierno que se comportó como debía, salvajemente, con un frío que mordía a los paseantes en las esquinas y convertía cualquier paseo en una aventura, a menudo desoladora. Fueron días de frío y noches de insomnio creativo. Pero no sólo con palabras quería contarlo sino valiéndome de algunas de aquellas fotos que fui tomando durante los dos últimos años, con una constancia de cazadora solitaria, de paseante alerta», Elvira Lindo
Un libro ilustrado con fotografías de la propia autora que evocan la atracción y también la crudeza de una ciudad mítica. Un libro lúcidamente inspirado por noches de insomnio creativo.
Damián se siente confuso desde que perdió su trabajo. Un día comete un pequeño hurto en un mercado de anticuarios y se esconde en el interior de un armario. Antes de que pueda salir, el armario es vendido y trasladado a la habitación de matrimonio de Lucía y Fede, donde Damián termina instalado, como si formara parte del mueble.La habilidad con que se lleva hasta las últimas consecuencias una premisa imposible, aunque verosímil, imprime a esta novela una tensión extraordinaria. Así, desde su escondite, Damián observa a esta familia.Así, se irá acercando al corazón de Lucía, a sus temores y a sus sueños, y al hacerlo se sabrá por fin respetado y comprobará de todo lo que es capaz al sentirse vivo.El Juan José Millás lector y el gran escritor se dan la mano en esta novela que contiene un fuerte valor simbólico en su aparente sencillez.
diumenge, 17 d’abril del 2016
Recomanació del Departament de matemàtiques
El curiós incident del gos a mitjanit és una novel·la que no s’assembla a cap altra. El narrador, Christopher Boone, té quinze anys i pateix una forma lleu d’autisme. És tot un expert en matemàtiques, però sap molt poques coses sobre els éssers humans. Li agraden les llistes, els sistemes, la veritat...Odia el groc, el marró i que el toquin. Mai ha anat sol més enllà de la botiga de la cantonada, però quan descobreix que algú ha matat el gos d'una veïna decideix iniciar una investigació. Lluny de fracassar, la recerca d'en Christopher, que emula el seu admirat Sherlock Holmes -el model de detectiu obsedit amb el distanciament i l’anàlisi dels fets-, qüestionarà ben aviat el sentit comú i el comportament dels adults que l’envolten.
Des del departament esperem que gaudiu d’aquesta lesctura.
Des del departament esperem que gaudiu d’aquesta lesctura.
dimecres, 13 d’abril del 2016
CONCURS DE NARRACIÓ EN VALENCIÀ "SAMBORI"
Miralcamp ha participat un any més en el concurs de narració en valencià "Sambori" i, malgrat no haver guanyat cap premi en aquesta edició, ha quedat palés, una vegada més, com d'imaginatius i com de bé escriuen alguns dels nostres alumnes. Perquè en tingueu una mostra, aniremen penjant una selecció dels relats presentats. Comencem amb dos de 1r de batxillerat. Esperem que us agraden!
JOAN ( Noèlia Fajardo)
Rei. Rei deien que era. Rei li deien aquesta vegada. I, com va arribar a aquest càrrec tan important? Potser ell era el fill de l’antic rei, havia salvat la princesa o inclús matat algun drac malvat. Tal volta havia demanat aquest desig a algun geni, fada, donyet o algun personatge per l’estil. Bé, açò s’acosta més al que va passar en realitat, però no, no va ocórrer res d’això.
Joan anava caminant per un frondós, misteriós, verd i humit bosc. Li agradava molt aquell paisatge, encara que era la primera vegada que hi estava.
Bon dia, senyor – li digué un talp fent una petita reverència.
Bon dia – contestà.
Es va estranyar pel gest distant del talp, però continuà el seu camí. Durant el seu passeig, va trobar unes flors molt colorides amb pètals gegants i es va interessar en l’olor que farien. Va apropar el seu nas a les flors quan, de sobte, un insecte li va picar. Li mossegà tan fort que Joan pegà un crit:
Aaaaaaaaaii!
Han picat Joan!
Algú ha mossegat Joan!
Quina ferida!
Ai mare, li han arrancat el nas!
Se li ha fet un forat!
Ja no respira!
Se li veu la calavera!
Joan HA MORT.
Els rumors volen, diuen. Sí, però com volen! Joan es queixava, però sabia que no era per a tant i, tal com la seua germana li havia ensenyat, fang a la cara es va posar. De seguida la picadura va deixar de coure-li i continuà el seu passeig.
Oh majestat! Pensàvem que havia mort. – digueren les papallones.
No li veig la calavera. – pensà en alt la serp.
Jo crec que sí que respira. – opinà el colom.
I no te cap forat. – afegí el cèrvol.
Això que té al mig de la cara pareix el seu nas. – observà la cabra.
Però que té vostè damunt, senyor? – digué l’eriçó.
Segur que és caca de vaca jijijiji – rigueren les marietes.
Eeeeh! – s’emprenyà la vaca.
Ei, ja està bé! Deixeu-me seguir el meu camí.
Els animals el cridaren, però Joan no feia cas. Va trobar una senda amb desmais i no ho va dubtar, per allí aniria. Aquests arbres li encantaven: deixen caure les seues branques i les seues fulles i es mouen cap on dicta el vent, t’emparen i et protegeixen de tot perill, i, a més, són molt bonics!
A mesura que anava endinsant-se pel camí de salzes, tenia més ganes de convertir-se en un d’ells. Va provar a imaginar-ho i mentre corria per aquell camí, fregava les fulles dels arbres, es deixava portar. De cop, una melodia començà a sonar. Joan es convertí en el director de l’orquestra dels desmais. Que bé sonava: l’Orquestra dels Desmais. Si corria més ràpid, la música augmentava la velocitat i si anava més lent, disminuïa. Quan volia fer silencis en la melodia, deixava de tocar les fulles, i quan tornava a fregar-les, la música continuava. Prompte acabaria el camí de salzes, ja es podia notar més llum cap al final d’on arribava la seua vista. Joan parà, la melodia havia acabat.
Silenci. Silenci. Silenci!.
Joan anava caminant per un frondós, misteriós, verd i humit bosc. Li agradava molt aquell paisatge, encara que era la primera vegada que hi estava.
Bon dia, senyor – li digué un talp fent una petita reverència.
Bon dia – contestà.
Es va estranyar pel gest distant del talp, però continuà el seu camí. Durant el seu passeig, va trobar unes flors molt colorides amb pètals gegants i es va interessar en l’olor que farien. Va apropar el seu nas a les flors quan, de sobte, un insecte li va picar. Li mossegà tan fort que Joan pegà un crit:
Aaaaaaaaaii!
Han picat Joan!
Algú ha mossegat Joan!
Quina ferida!
Ai mare, li han arrancat el nas!
Se li ha fet un forat!
Ja no respira!
Se li veu la calavera!
Joan HA MORT.
Els rumors volen, diuen. Sí, però com volen! Joan es queixava, però sabia que no era per a tant i, tal com la seua germana li havia ensenyat, fang a la cara es va posar. De seguida la picadura va deixar de coure-li i continuà el seu passeig.
Oh majestat! Pensàvem que havia mort. – digueren les papallones.
No li veig la calavera. – pensà en alt la serp.
Jo crec que sí que respira. – opinà el colom.
I no te cap forat. – afegí el cèrvol.
Això que té al mig de la cara pareix el seu nas. – observà la cabra.
Però que té vostè damunt, senyor? – digué l’eriçó.
Segur que és caca de vaca jijijiji – rigueren les marietes.
Eeeeh! – s’emprenyà la vaca.
Ei, ja està bé! Deixeu-me seguir el meu camí.
Els animals el cridaren, però Joan no feia cas. Va trobar una senda amb desmais i no ho va dubtar, per allí aniria. Aquests arbres li encantaven: deixen caure les seues branques i les seues fulles i es mouen cap on dicta el vent, t’emparen i et protegeixen de tot perill, i, a més, són molt bonics!
A mesura que anava endinsant-se pel camí de salzes, tenia més ganes de convertir-se en un d’ells. Va provar a imaginar-ho i mentre corria per aquell camí, fregava les fulles dels arbres, es deixava portar. De cop, una melodia començà a sonar. Joan es convertí en el director de l’orquestra dels desmais. Que bé sonava: l’Orquestra dels Desmais. Si corria més ràpid, la música augmentava la velocitat i si anava més lent, disminuïa. Quan volia fer silencis en la melodia, deixava de tocar les fulles, i quan tornava a fregar-les, la música continuava. Prompte acabaria el camí de salzes, ja es podia notar més llum cap al final d’on arribava la seua vista. Joan parà, la melodia havia acabat.
Silenci. Silenci. Silenci!.
Silenci que va acabar en un gran, fort i entusiasmat aplaudiment. I el xiquet ballava i rodava emocionat.
Deixar-se portar sona massa bé, diuen. Sí, i que bé sona!
Disculpeu-me majestat, arribe tard. Oh, perdoneu-me de veritat, se m’havia espaiat el rellotge. – ja torna el conill, potser s’ha equivocat de conte.
Però jo sóc Joan, no sóc Alícia ni eixa reina a la qual serviu.
Vos sou el rei senyor, no sé de què em parleu. Vinga, baixe el cap i li curaré eixa picadura maleïda.
Joan ja no recordava el seu incident amb les flors i tampoc entenia massa bé el conill, però va acceptar.
Açò podria ser una abella.
Es tracta d’una vespa.
És un cuc dels que mosseguen.
Una aranya.
Una puça.
Una taràntula.
Un cranc.
Un escorpió.
Un gos li ha mossegat.
Un gat li ha arrapat.
Una serp.
Un cavall i punt.
(. . .)
Xe pareu i deixeu-lo en mans d’un expert!. - cridà per fi el conill – Jo sé des d’un principi de què es tracta, gràcies per les suggerències, bèsties exagerades.
Panda de bojos...
El que li ha picat, estimat rei, és un centpeus.
Això pica?
Sí senyor.
Bé, bé, doncs cura’m.
El problema està en què no tinc l’antídot i és molt difícil d’aconseguir-lo.
Què he de fer?
Vas tot recte, gires a la dreta, gires a l’esquerra, segona eixida esquerra, recte, travesses el riu, gires a la dreta, puges la muntanya, rodeges l’arbre gros, jugues a les palmes amb el mico Tico, tercera eixida dreta, recte, baixes la muntanya, gires a l’esquerra, recte, travesses el pont per dalt, recte, baixes per la costera, creues el camí de fang, recte, gires a l’esquerra, travesses un altre pont per baix, recte, gires a la dreta, saludes a la Bruixa perquè no et prenga de mal educat i et menge, recte, puges la muntanya, entres al castell, puges les escales, vas al punt més alt de la torre més alta, tercera porta a l’esquerra, entres a l’habitació on dormia la princesa de La Princesa i el Pèsol i just en el matalàs de baix d’on està el pèsol està l’antídot contra les picadures de centpeus.
Val, tot clar: vaig tot recte, gire a la dreta, gire a l’esquerra, segona eixida esquerra, recte, travesse el riu, gire a la dreta, puge la muntanya, rodege l’arbre gros, jugue a les palmes amb el mico Tico, tercera eixida dreta, recte, baixe la muntanya, gire a l’esquerra, recte, travesse el pont per dalt, recte, baixe per la costera, creue el camí de fang, recte, gire a l’esquerra, travesse un altre pont per baix, recte, gire a la dreta, salude a la Bruixa perquè no em prenga de mal educat i em menge, recte, puge la muntanya, entre al castell, puge les escales, vaig al punt més alt de la torre més alta, tercera porta a l’esquerra, entre a l’habitació on dormia la princesa de La Princesa i el Pèsol i just en el matalàs de baix d’on està el pèsol està l’antídot contra les picadures de centpeus.
Perfecte! Bon viatge!
Camina que caminaràs Joan seguí les instruccions del conill. Mentre es dirigia a per l’antídot pensava en com s’havia convertit en rei d’eixe bosc, li agradava molt. <<L’hauré de tractar amb cura i anar amb compte>> pensava. <<Camine lluny, on l’ombra no pot arribar. Clar, en una torre que és tan alta com diu el conill, quina ombra hi haurà? Cap.>>
Anà tot recte, girà a la dreta, girà a l’esquerra, segona eixida esquerra, recte, travessà el riu, girà a la dreta, pujà la muntanya, rodejà l’arbre gros.
Hola Tico.
Majestat, quina bonica visita, encara que ja us esperava.
“XOCO XOCO LA LA XOCO XOCO TE TE XOCO LA XOCO TE XOCOLATE”
Tercera eixida dreta, recte, baixà la muntanya, girà a l’esquerra, recte, travessà el pont per dalt, recte, baixà per la costera, creuà el camí de fang, recte, girà a l’esquerra, travessà un altre pont per baix, recte, girà a la dreta.
Bon dia senyora Bruixa.
Molt educat Joan, molt educat.
Recte, pujà la muntanya, entrà al castell, pujà les escales, anà al punt més alt de la torre més alta, tercera porta... <<On està la porta?... Mmm... Espera, oh no! Esta no es la torre més alta! A baixar i pujar mééééés escales...>>.Baixà les escales, pujà les escales, anà al punt més alt de la torre més alta, tercera porta a l’esquerra, entrà a l’habitació on dormia la princesa de La Princesa i el Pèsol i... Buscava i buscava entre matalàs i matalàs, trobà una pipa, un calcetí, una arracada, un imperdible, el pèsol i... l’ANTÍDOT!
Se’l refregà amb ganes pel nas i notà la fantàstica olor que desprenia, però de sobte tot es movia, tant que Joan va perdre l’equilibri i caigué a terra.
* * *
- Joan, Joan, vinga rei desperta’t.
- L’antídot! Tinc l’antídot!
- Sí, el tens!.
Joan somniava, Joan pensava, Joan imaginava, Joan llegia, Joan aprenia, Joan escoltava música, Joan dibuixava, Joan ballava, Joan volia tocar mil instruments, Joan feia molt d’esport, Joan ja estimava el teatre i les històries, Joan tenia il·lusió.
Hui li havia tocat ser rei d’un gran bosc, demà potser lluitador de sumo, a l’altre ballarí professional i el dia de després cuiner, perruquer, mestre, escriptor, fuster, bomber, metge, músic, ciclista, científic, actor, bibliotecari, cambrer o qualsevol cosa que ell desitge.
Els seus pares ja el despertaven, havia d’anar a l’escola, però ell ho tenia molt clar:
“Qui no té ulls per a somniar no veu els somnis ni de dia ni de nit”
I Joan els té.
En un xicotet racó del món hi havia una illa on vivien molts pardals en llibertat, la visitaven molts turistes perquè hi havia un estrany exemplar de falcó amb un aspecte en or i argent que es creia el millor ja que era el més retratat i eixia en els catàlegs de l'illa, en els cartells de publicitat etc. Els turistes, pel seu magnífic color, el van anomenar Daurat. Tots els dies abans de fer el seu esplèndid vol pels autobusos dels visitants obligava a un estol de coloms que li caçaren el desdejuni i, a una família de picots perquè li arreglaren les plomes i li poliren les urpes, si no ho feien se’ls menjava.
Un dia, els turistes van començar a fer fotos a un altre falcó femella de color negre. Daurat es va enfadar i li va ordenar a un mosquit que li picara perquè perdés el control del vol i caiguera. El falcó de color negre s'anomenava Sud i, per culpa de Daurat no va tornar a volar fins que es va recuperar de la seua lesió a l'ala dreta. Daurat no es va preocupar per disculpar-se ja que es creia millor que els altres ocells de l'illa. Els pardalets xicotets continuaven treballant per a ell amb postura encorbada, sense replicar i sense demanar ajuda als pardals més grans.
Van passar cinc mesos i, Daurat passava per damunt de qualsevol pardal que volia llevar-li l'èxit, fins que un dia, Sud ja recuperada es presentà en el seu arbre demanant-li que es disculpés de bones formes davant de tothom. Però Daurat li va dir que ell era el seu superior i per tant, no havia de disculpar-se de res ni davant ningú.
Van passar els anys i el color daurat de les ales del falcó es va tornar marró, sense cap brillantor, l'argent del seu cos es va tornar gris com el metall brut. Daurat ja havia complit set anys i per culpa de banyar-se amb saba de salze i polir-se tant les ungles havia perdut tota la seua bellesa i brillantor. Ara ja no era de portada i, ni tan sols era l'ocell que solia lluir aquell esplèndid i magnífic aspecte, eixe lloc, doncs, era ocupat per Sud. Sud es comportava de manera diferent a com ho feia Daurat, deixava que altres pardals aparegueren als anuncis i a la publicitat, així que es va convertir en l'ocell que tots admiraven, estimaven i apreciaven i, fins i tot, li mostraven servitud, fet que Sud rebutjava constantment i explicava que no calia tal cosa perquè ella se sentira bé.
Un dia, en un vol nocturn, Daurat es va trencar l’ala dreta, ja no manifestava eixa força que el va fer tan estimat per tothom. Al seu arbre ja no tenia companyia ni servents i se sentia sol, molt sol. Sud, en assabentar-se de la situació en què hi vivia Daurat decidí anar a ajudar-lo. El va cuidar com si fos germà d'ella i li va dir que tot el mal que patia era per la seua actitud i arrogància amb la resta dels seus companys pardals, així que, Sud li aconsellà com havia de tractar als altres ocells.
Al cap d'un temps, Daurat amb l'ajuda de Sud, es recuperà de l'ala trencada i va recobrar aquells colors brillants i lluents de les ales i del cos que un dia el varen fer tan famós. Daurat era un altre ocell, nou, amb ganes de viure i existir, així que va decidir ajudar a tots els ocells d'aquell lloc. Amb la seua nova adquirida humilitat, va ser l’únic ocell que no va eixir en cap imatge fotogràfica que els turisten del voltant feien als pardals contínuament, la seua fama va caure però ell era igualment feliç. Com que volia ajudar als altres ocells així com ho feia Sud, decidí anar més enllà de l’illa, va arribar fins una ciutat on va trobar un ric home amb un odi i enveja molt gran al cor, tant, que es va espantar.
L’home tenia una filla que era maltractada tots els dies per ell, s'estimava més les riqueses i el poder que un sentiment tan humà com l'amor. El falcó, aleshores, va decidir emportar-se la nena i com que ell era gran i la nena sols tenia cinc anys la va poder portar a una casa d'acollida propera. L’home de gran riquesa, com que no tenia dona i ara tampoc filla es va sentir molt sol. Totes les nits plorava i no s’explicava com podia haver arribat a eixe punt, fins que, un dia, veient la televisió a sa casa, se n'adonà que hi havia una nena que jugava amb un trenet, mentre, el seu pare, estava ocupat ordenant i comptant els seus diners, i ella anava on estava son pare demanant-li que fora el rei del seu castell de nines, fou, aleshores, quan l'home de gran riquesa recordà la seua filla. Aquelles imatges que li passaven pel cap es convertiren en imatges plenes de plaer, satisfacció i orgull, al mateix temps que plorava la seua absència fet que es convertia en un dolor contant totes les dies de la seua existència.
Daurat, un dia volant per la ciutat, va veure a aquell, ara pobre home, desesperat, corrent i pegant papers en tots els llocs on podia. Es va apropar per examinar-lo millor i observà que ara l'home tenia els pantalons destrossats, una caçadora clarament treta de les deixalles que la gent deixava als contenidors de fem, i una cara de desesperació cada vegada més gran, segons anava pegant els cartells. Amb el telèfon en la mà, confiava en què algú el telefonaria dient-li que havia trobat la seua filla. Daurat va tindre un nou sentiment al seu cor; la compassió per aquell home. I encara que abans no s'ho mereixia, Daurat va decidir anar a buscar la seua filla on la va deixar i, li la tornà. Fou aleshores com Daurat es va convertir en el guardià de la nena, i mentre la xiqueta anava creixent el pare es feia cada vegada més vell i pobre. L'home qua abans tenia gran riquesa, s'esdevingué pobre però humil i, anava totes les dies a collir a l’hort per a una empresa que abans havia estat seua. Cada dia amb el poc que podia guanyar treballant aquelles terres, li comprava tot el que podia a la seua filla. De vegades no menjava per ella, i com que ell i Daurat eren amics, el falcó alguna vegada aconseguia caçar un conill i el portava a la casa de l’home per a ajudar-lo. La filla un dia va caure malalta i necessitava un òrgan que sols el seu pare podia donar-li. Aquesta es va salvar però el pare va perdre la vida en l’operació. Va ser aleshores quan Daurat va apreciar la importància del sacrifici pels altres, doncs ell li havia ensenyat a l’home la humilitat, però l’home li havia ensenyat la compassió i el sacrifici per aquells als quals estimes. La filla, encara que estava trista, va honrar molt a son pare, es va casar i va tindre dos fills als quals totes les nits els contava la gran persona que era el seu avi.
Daurat ja estava fent-se vell i va tornar a la seua illa doncs en el temps que havia viatjat, mentre el ric home es sacrificava i la noia creixia havia vist molts casos de persones i animals, que ho feien tot per amor i així havia aprés infinitats de valors nous. En tornar al seu arbre de l’illa dels pardals, dos caçadors el van vore i li van pegar un tir, però Sud, de sobte va aparèixer i va sofrir aquell tir en el seu lloc. Per sort va ser atesa pel guardabosc a temps i no va morir. Daurat no entenia perquè Sud s’havia sacrificat per ell doncs feia tres anys que no es veien. Va preguntar als altres ocells, i deien que era natural en ella, doncs sempre ajudava als altres, però que sols havia donat la seua vida per ell, encara que havia tingut la possibilitat de salvar a altres pardals de la mateixa manera. Daurat confós va anar a visitar a Sud i va preguntar per què el socorria si estava clar que moriria i, aquesta va respondre que l'estimava. Daurat, sorprès, va recordar un antic fet i va demanar perdó a Sud per haver-li trencat l’ala feia temps. La falcó va dir que el perdonava per les dues coses que li havia fet, Daurat en sentir aquelles coses va començar a patir perquè sols recordava haver-li fet mal una vegada i va preguntar per l’altra. Així va ser com Sud li va contar que fa molt de temps, quan els prínceps eren reis i els homes cavallers, en un regne, vivien un rei molt egoista, maligne i ric, i la seua dona sols vivia per a ell i per al seu poble. Mentre el rei es centrava en augmentar la seua riquesa, fama i poder, la dona regalava les seues coses als servents i súbdits i, de vegades, per la nit anava a les cases a portar menjar a les famílies més pobres. El rei una nit va veure eixir a la seua muller i, espantat, la va seguir fins a la casa d’una dona vella que estava malalta. Aquesta dona vella tenia fama de bruixa i va pensar que la seua dona i la vella, el volien matar per manar sobre els seus territoris. El dia següent va dir-li a la dona que l’acompanyara a fer volar un magnífic falcó que havia entrenat, i ella va anar feliç i els acompanyava la vella bruixa ja recuperada. El rei i la reina, asseguts a la part més alta del cadafal que hi havia a la plaça major del poble, varen alliberar al falcó. L'ocell de colors daurats i platejats, va anar a per un altre falcó negre i el va matar i, al mateix temps que el falcó daurat matava el falcó negre, el rei va matar a la reina. La vella dona va actuar i, com coneixia el gran amor de la reina pel rei, va formular un conjur que deia així : “ El rei, amb el daurat falcó, ha matat al negre falcó i la seua esposa i, així com el sol i la lluna que són tan diferents, així com aquests dos ocells, el nostre rei viurà una pèssima existència, fins que en un futur, amb plena consciència, canviarà la seua sort i el rei aprendrà, doncs, grans valors”.
El rei, va morir sol i ric i amb una pèssima existència, tal i com va dictaminar la dona vella, abans de morir, però, el rei, va manar matar a la vella bruixa i a les altres persones que no eren del seu gust .
En el present, Sud va continuar dient-li que ell ja no havia de patir de morir igual, doncs havia aprés els valors de la compassió, la humilitat, el sacrifici i l’amor pels altres. Daurat feliç per aquest nou descobriment, va seguir ajudant als ocells i a la gent en tot allò que podia. Es va enamorar de Sud, que es va convertir en la seua dona i a qui estimava per damunt de totes les coses. I aquests dos falcons, sense adonar-se'n, varen ser els caps d'una xicoteta colònia d'ocells en aquella illa, els defenien, els cuidaven i es sacrificaven per ells.
Estimats lectors, ara us conte que aquesta història l'he escrita jo, doncs sóc la bella xiqueta que Daurat va salvar i, en un vida anterior, la vella bruixa a qui el rei va ordenar matar; però no us preocupeu perquè no guarde rancor, perquè en esta vida tot s’iguala i qui no és estimat en una època de la seua vida, potser ho siga en un altra de posterior.
Deixar-se portar sona massa bé, diuen. Sí, i que bé sona!
Disculpeu-me majestat, arribe tard. Oh, perdoneu-me de veritat, se m’havia espaiat el rellotge. – ja torna el conill, potser s’ha equivocat de conte.
Però jo sóc Joan, no sóc Alícia ni eixa reina a la qual serviu.
Vos sou el rei senyor, no sé de què em parleu. Vinga, baixe el cap i li curaré eixa picadura maleïda.
Joan ja no recordava el seu incident amb les flors i tampoc entenia massa bé el conill, però va acceptar.
Açò podria ser una abella.
Es tracta d’una vespa.
És un cuc dels que mosseguen.
Una aranya.
Una puça.
Una taràntula.
Un cranc.
Un escorpió.
Un gos li ha mossegat.
Un gat li ha arrapat.
Una serp.
Un cavall i punt.
(. . .)
Xe pareu i deixeu-lo en mans d’un expert!. - cridà per fi el conill – Jo sé des d’un principi de què es tracta, gràcies per les suggerències, bèsties exagerades.
Panda de bojos...
El que li ha picat, estimat rei, és un centpeus.
Això pica?
Sí senyor.
Bé, bé, doncs cura’m.
El problema està en què no tinc l’antídot i és molt difícil d’aconseguir-lo.
Què he de fer?
Vas tot recte, gires a la dreta, gires a l’esquerra, segona eixida esquerra, recte, travesses el riu, gires a la dreta, puges la muntanya, rodeges l’arbre gros, jugues a les palmes amb el mico Tico, tercera eixida dreta, recte, baixes la muntanya, gires a l’esquerra, recte, travesses el pont per dalt, recte, baixes per la costera, creues el camí de fang, recte, gires a l’esquerra, travesses un altre pont per baix, recte, gires a la dreta, saludes a la Bruixa perquè no et prenga de mal educat i et menge, recte, puges la muntanya, entres al castell, puges les escales, vas al punt més alt de la torre més alta, tercera porta a l’esquerra, entres a l’habitació on dormia la princesa de La Princesa i el Pèsol i just en el matalàs de baix d’on està el pèsol està l’antídot contra les picadures de centpeus.
Val, tot clar: vaig tot recte, gire a la dreta, gire a l’esquerra, segona eixida esquerra, recte, travesse el riu, gire a la dreta, puge la muntanya, rodege l’arbre gros, jugue a les palmes amb el mico Tico, tercera eixida dreta, recte, baixe la muntanya, gire a l’esquerra, recte, travesse el pont per dalt, recte, baixe per la costera, creue el camí de fang, recte, gire a l’esquerra, travesse un altre pont per baix, recte, gire a la dreta, salude a la Bruixa perquè no em prenga de mal educat i em menge, recte, puge la muntanya, entre al castell, puge les escales, vaig al punt més alt de la torre més alta, tercera porta a l’esquerra, entre a l’habitació on dormia la princesa de La Princesa i el Pèsol i just en el matalàs de baix d’on està el pèsol està l’antídot contra les picadures de centpeus.
Perfecte! Bon viatge!
Camina que caminaràs Joan seguí les instruccions del conill. Mentre es dirigia a per l’antídot pensava en com s’havia convertit en rei d’eixe bosc, li agradava molt. <<L’hauré de tractar amb cura i anar amb compte>> pensava. <<Camine lluny, on l’ombra no pot arribar. Clar, en una torre que és tan alta com diu el conill, quina ombra hi haurà? Cap.>>
Anà tot recte, girà a la dreta, girà a l’esquerra, segona eixida esquerra, recte, travessà el riu, girà a la dreta, pujà la muntanya, rodejà l’arbre gros.
Hola Tico.
Majestat, quina bonica visita, encara que ja us esperava.
“XOCO XOCO LA LA XOCO XOCO TE TE XOCO LA XOCO TE XOCOLATE”
Tercera eixida dreta, recte, baixà la muntanya, girà a l’esquerra, recte, travessà el pont per dalt, recte, baixà per la costera, creuà el camí de fang, recte, girà a l’esquerra, travessà un altre pont per baix, recte, girà a la dreta.
Bon dia senyora Bruixa.
Molt educat Joan, molt educat.
Recte, pujà la muntanya, entrà al castell, pujà les escales, anà al punt més alt de la torre més alta, tercera porta... <<On està la porta?... Mmm... Espera, oh no! Esta no es la torre més alta! A baixar i pujar mééééés escales...>>.Baixà les escales, pujà les escales, anà al punt més alt de la torre més alta, tercera porta a l’esquerra, entrà a l’habitació on dormia la princesa de La Princesa i el Pèsol i... Buscava i buscava entre matalàs i matalàs, trobà una pipa, un calcetí, una arracada, un imperdible, el pèsol i... l’ANTÍDOT!
Se’l refregà amb ganes pel nas i notà la fantàstica olor que desprenia, però de sobte tot es movia, tant que Joan va perdre l’equilibri i caigué a terra.
* * *
- Joan, Joan, vinga rei desperta’t.
- L’antídot! Tinc l’antídot!
- Sí, el tens!.
Joan somniava, Joan pensava, Joan imaginava, Joan llegia, Joan aprenia, Joan escoltava música, Joan dibuixava, Joan ballava, Joan volia tocar mil instruments, Joan feia molt d’esport, Joan ja estimava el teatre i les històries, Joan tenia il·lusió.
Hui li havia tocat ser rei d’un gran bosc, demà potser lluitador de sumo, a l’altre ballarí professional i el dia de després cuiner, perruquer, mestre, escriptor, fuster, bomber, metge, músic, ciclista, científic, actor, bibliotecari, cambrer o qualsevol cosa que ell desitge.
Els seus pares ja el despertaven, havia d’anar a l’escola, però ell ho tenia molt clar:
“Qui no té ulls per a somniar no veu els somnis ni de dia ni de nit”
I Joan els té.
Un dia, els turistes van començar a fer fotos a un altre falcó femella de color negre. Daurat es va enfadar i li va ordenar a un mosquit que li picara perquè perdés el control del vol i caiguera. El falcó de color negre s'anomenava Sud i, per culpa de Daurat no va tornar a volar fins que es va recuperar de la seua lesió a l'ala dreta. Daurat no es va preocupar per disculpar-se ja que es creia millor que els altres ocells de l'illa. Els pardalets xicotets continuaven treballant per a ell amb postura encorbada, sense replicar i sense demanar ajuda als pardals més grans.
Van passar cinc mesos i, Daurat passava per damunt de qualsevol pardal que volia llevar-li l'èxit, fins que un dia, Sud ja recuperada es presentà en el seu arbre demanant-li que es disculpés de bones formes davant de tothom. Però Daurat li va dir que ell era el seu superior i per tant, no havia de disculpar-se de res ni davant ningú.
Van passar els anys i el color daurat de les ales del falcó es va tornar marró, sense cap brillantor, l'argent del seu cos es va tornar gris com el metall brut. Daurat ja havia complit set anys i per culpa de banyar-se amb saba de salze i polir-se tant les ungles havia perdut tota la seua bellesa i brillantor. Ara ja no era de portada i, ni tan sols era l'ocell que solia lluir aquell esplèndid i magnífic aspecte, eixe lloc, doncs, era ocupat per Sud. Sud es comportava de manera diferent a com ho feia Daurat, deixava que altres pardals aparegueren als anuncis i a la publicitat, així que es va convertir en l'ocell que tots admiraven, estimaven i apreciaven i, fins i tot, li mostraven servitud, fet que Sud rebutjava constantment i explicava que no calia tal cosa perquè ella se sentira bé.
Un dia, en un vol nocturn, Daurat es va trencar l’ala dreta, ja no manifestava eixa força que el va fer tan estimat per tothom. Al seu arbre ja no tenia companyia ni servents i se sentia sol, molt sol. Sud, en assabentar-se de la situació en què hi vivia Daurat decidí anar a ajudar-lo. El va cuidar com si fos germà d'ella i li va dir que tot el mal que patia era per la seua actitud i arrogància amb la resta dels seus companys pardals, així que, Sud li aconsellà com havia de tractar als altres ocells.
Al cap d'un temps, Daurat amb l'ajuda de Sud, es recuperà de l'ala trencada i va recobrar aquells colors brillants i lluents de les ales i del cos que un dia el varen fer tan famós. Daurat era un altre ocell, nou, amb ganes de viure i existir, així que va decidir ajudar a tots els ocells d'aquell lloc. Amb la seua nova adquirida humilitat, va ser l’únic ocell que no va eixir en cap imatge fotogràfica que els turisten del voltant feien als pardals contínuament, la seua fama va caure però ell era igualment feliç. Com que volia ajudar als altres ocells així com ho feia Sud, decidí anar més enllà de l’illa, va arribar fins una ciutat on va trobar un ric home amb un odi i enveja molt gran al cor, tant, que es va espantar.
L’home tenia una filla que era maltractada tots els dies per ell, s'estimava més les riqueses i el poder que un sentiment tan humà com l'amor. El falcó, aleshores, va decidir emportar-se la nena i com que ell era gran i la nena sols tenia cinc anys la va poder portar a una casa d'acollida propera. L’home de gran riquesa, com que no tenia dona i ara tampoc filla es va sentir molt sol. Totes les nits plorava i no s’explicava com podia haver arribat a eixe punt, fins que, un dia, veient la televisió a sa casa, se n'adonà que hi havia una nena que jugava amb un trenet, mentre, el seu pare, estava ocupat ordenant i comptant els seus diners, i ella anava on estava son pare demanant-li que fora el rei del seu castell de nines, fou, aleshores, quan l'home de gran riquesa recordà la seua filla. Aquelles imatges que li passaven pel cap es convertiren en imatges plenes de plaer, satisfacció i orgull, al mateix temps que plorava la seua absència fet que es convertia en un dolor contant totes les dies de la seua existència.
Daurat, un dia volant per la ciutat, va veure a aquell, ara pobre home, desesperat, corrent i pegant papers en tots els llocs on podia. Es va apropar per examinar-lo millor i observà que ara l'home tenia els pantalons destrossats, una caçadora clarament treta de les deixalles que la gent deixava als contenidors de fem, i una cara de desesperació cada vegada més gran, segons anava pegant els cartells. Amb el telèfon en la mà, confiava en què algú el telefonaria dient-li que havia trobat la seua filla. Daurat va tindre un nou sentiment al seu cor; la compassió per aquell home. I encara que abans no s'ho mereixia, Daurat va decidir anar a buscar la seua filla on la va deixar i, li la tornà. Fou aleshores com Daurat es va convertir en el guardià de la nena, i mentre la xiqueta anava creixent el pare es feia cada vegada més vell i pobre. L'home qua abans tenia gran riquesa, s'esdevingué pobre però humil i, anava totes les dies a collir a l’hort per a una empresa que abans havia estat seua. Cada dia amb el poc que podia guanyar treballant aquelles terres, li comprava tot el que podia a la seua filla. De vegades no menjava per ella, i com que ell i Daurat eren amics, el falcó alguna vegada aconseguia caçar un conill i el portava a la casa de l’home per a ajudar-lo. La filla un dia va caure malalta i necessitava un òrgan que sols el seu pare podia donar-li. Aquesta es va salvar però el pare va perdre la vida en l’operació. Va ser aleshores quan Daurat va apreciar la importància del sacrifici pels altres, doncs ell li havia ensenyat a l’home la humilitat, però l’home li havia ensenyat la compassió i el sacrifici per aquells als quals estimes. La filla, encara que estava trista, va honrar molt a son pare, es va casar i va tindre dos fills als quals totes les nits els contava la gran persona que era el seu avi.
Daurat ja estava fent-se vell i va tornar a la seua illa doncs en el temps que havia viatjat, mentre el ric home es sacrificava i la noia creixia havia vist molts casos de persones i animals, que ho feien tot per amor i així havia aprés infinitats de valors nous. En tornar al seu arbre de l’illa dels pardals, dos caçadors el van vore i li van pegar un tir, però Sud, de sobte va aparèixer i va sofrir aquell tir en el seu lloc. Per sort va ser atesa pel guardabosc a temps i no va morir. Daurat no entenia perquè Sud s’havia sacrificat per ell doncs feia tres anys que no es veien. Va preguntar als altres ocells, i deien que era natural en ella, doncs sempre ajudava als altres, però que sols havia donat la seua vida per ell, encara que havia tingut la possibilitat de salvar a altres pardals de la mateixa manera. Daurat confós va anar a visitar a Sud i va preguntar per què el socorria si estava clar que moriria i, aquesta va respondre que l'estimava. Daurat, sorprès, va recordar un antic fet i va demanar perdó a Sud per haver-li trencat l’ala feia temps. La falcó va dir que el perdonava per les dues coses que li havia fet, Daurat en sentir aquelles coses va començar a patir perquè sols recordava haver-li fet mal una vegada i va preguntar per l’altra. Així va ser com Sud li va contar que fa molt de temps, quan els prínceps eren reis i els homes cavallers, en un regne, vivien un rei molt egoista, maligne i ric, i la seua dona sols vivia per a ell i per al seu poble. Mentre el rei es centrava en augmentar la seua riquesa, fama i poder, la dona regalava les seues coses als servents i súbdits i, de vegades, per la nit anava a les cases a portar menjar a les famílies més pobres. El rei una nit va veure eixir a la seua muller i, espantat, la va seguir fins a la casa d’una dona vella que estava malalta. Aquesta dona vella tenia fama de bruixa i va pensar que la seua dona i la vella, el volien matar per manar sobre els seus territoris. El dia següent va dir-li a la dona que l’acompanyara a fer volar un magnífic falcó que havia entrenat, i ella va anar feliç i els acompanyava la vella bruixa ja recuperada. El rei i la reina, asseguts a la part més alta del cadafal que hi havia a la plaça major del poble, varen alliberar al falcó. L'ocell de colors daurats i platejats, va anar a per un altre falcó negre i el va matar i, al mateix temps que el falcó daurat matava el falcó negre, el rei va matar a la reina. La vella dona va actuar i, com coneixia el gran amor de la reina pel rei, va formular un conjur que deia així : “ El rei, amb el daurat falcó, ha matat al negre falcó i la seua esposa i, així com el sol i la lluna que són tan diferents, així com aquests dos ocells, el nostre rei viurà una pèssima existència, fins que en un futur, amb plena consciència, canviarà la seua sort i el rei aprendrà, doncs, grans valors”.
El rei, va morir sol i ric i amb una pèssima existència, tal i com va dictaminar la dona vella, abans de morir, però, el rei, va manar matar a la vella bruixa i a les altres persones que no eren del seu gust .
En el present, Sud va continuar dient-li que ell ja no havia de patir de morir igual, doncs havia aprés els valors de la compassió, la humilitat, el sacrifici i l’amor pels altres. Daurat feliç per aquest nou descobriment, va seguir ajudant als ocells i a la gent en tot allò que podia. Es va enamorar de Sud, que es va convertir en la seua dona i a qui estimava per damunt de totes les coses. I aquests dos falcons, sense adonar-se'n, varen ser els caps d'una xicoteta colònia d'ocells en aquella illa, els defenien, els cuidaven i es sacrificaven per ells.
Estimats lectors, ara us conte que aquesta història l'he escrita jo, doncs sóc la bella xiqueta que Daurat va salvar i, en un vida anterior, la vella bruixa a qui el rei va ordenar matar; però no us preocupeu perquè no guarde rancor, perquè en esta vida tot s’iguala i qui no és estimat en una època de la seua vida, potser ho siga en un altra de posterior.
Subscriure's a:
Missatges (Atom)