Hola a tots,totes amics/ amigues de l'IES Miralcamp,
Després del parèntesi de les vacances estiuenques, cada vegada més curtes, reprenem les campanyes del nostre Pla de Foment de la Lectura. Esperem que hàgeu encetat el nou curs amb il·lusió i que visiteu la nostra fantàstica biblioteca.
Hem pensant començar recordant dues grans figures de la literatura, que ens van deixar recentment:
Gabriel García Márquez i Ana Mª Matute.
En la nostra biblioteca podràs trobar alguns de les obres més conegudes d'aquests autors:
Dos escriptors amb una trajectòria vital i professional llarga i, amb una extensa obra reconeguda mundialment amb alguns dels principals guardons literaris: el premi Nobel, en el cas del colombià Gabriel García Márquez, i el Premi Nacional de les Lletres o el Premi Cervantes, en el cas de l'acadèmica espanyola Ana María Matute.
Els/les alumnes de 2n de PQPI i de 4t de PDC hi han estat documentant-se i han descobert un munt de coses que volen compartir amb tots vosaltres. Els vam preguntar:
quines coses t'han sorprés de la seua vida i obra ? Aquestes són algunes de les respostes:
-"És sorprenent que escriguera el primer relat als 5 anys i la primera novel·la als 17".
-"Me sorprendió la vida tan dura que llevó: enfermedades, Guerra Civil, posguerra, separación, la pérdida de la custodia de su único hijo... Y, a pesar de todo esto, siguió luchando por realizarse como mujer y como escritora"
-"Em va cridar l'atenció que arribara a ser una de les poques dones de la "Real Academia Española"
- SOBRE GABRIEL GARCÍA MÁRQUEZ:
1.- Escribió
El coronel no tiene quien le escriba impulsado por el hambre, en la total penuria económica, en la buhardilla del Hotel de Flandre, en París, donde los dueños del establecimiento le habían permitido alojarse al no poder pagar ya la habitación.
2.- Con 55 años, fue el Premio Nóbel de Literatura más joven desde que la Academia otorgara el galardón a Albert Camus.
3.- Crónica de una muerte anunciada narra hechos reales, ocurridos en 1951: el asesinato de un amigo de Gabriel García Márquez. Por petición expresa de la familia del difunto, el escritor, por entonces periodista, no publicó ni una línea de la noticia hasta 27 años más tarde, cuando le dio forma de novela.
4.- Siempre hay flores amarillas en su casa y en su mesa de trabajo por que las considera de buena suerte, en cambio, piensa que los caracoles detrás de la puerta, los pavos reales, las flores de plástico, dan mala suerte.
5.- Descubrió que iba ser escritor leyendo La metamorfosis de Kafka. "Yo no sabía que esto era posible hacerlo, pero si es así, escribir me interesa", decía.
6.- Conoció a Mercedes, su mujer, cuando ella tenía 9 años y le propuso matrimonio al cumplir los 14. Pero no fue hasta que ella cumplió 26 años que se pudo concretar el matrimonio. Hasta su muerte siguieron casados.
Per últim, het aquí algunes de les frases cèlebres d'aquests dos grans autors que els nostres alumnes han cercat i que, sens dubte, donen idea de la seua filosofia de vida i univers literari:
Frases y citas célebres de Ana María Matute
“El mundo hay que fabricárselo uno mismo, hay que crear peldaños que te suban, que te saquen del pozo. Hay que inventar la vida, porque acaba siendo verdad.”
[Fuente: El comercio, 12 Julio de 2012]
“Si no hubiese podido participar del mundo de los cuentos y si no hubiese podido inventarme mis propios mundos, me habría muerto.”
“La infancia no es una etapa de la vida: es un mundo completo, autónomo, poético y también cruel, pero sin babosidades.”
“No debemos olvidar que lo que el espejo nos ofrece no es otra cosa que la imagen más fiel y al mismo tiempo más extraña de nuestra propia realidad.”
“La palabra es lo más bello que se ha creado, es lo más importante de todo lo que tenemos los seres humanos. La palabra es lo que nos salva.”
“Escribir es también una forma de protesta. Casi todos los escritores comparten el malestar con el mundo.”
“Siempre he creído, y sigo creyendo, que la imaginación y la fantasía son muy importantes, puesto que forman parte indisoluble de la realidad de nuestra vida.”
“Yo soy una desarraigada nata. Yo voy conmigo a todas partes. Mi mundo soy yo, mis sueños. Cuando voy a un país o a cualquier sitio, yo lo transformo en lo que a mí me interesa, y dejo lo que no me interesa: no lo veo.”
“Un libro no existe en tanto alguien no lo lea. Y nunca nadie lee el mismo libro.”
Fragmentos célebres de Gabriel García Márquez
“El día en que la mierda tenga algún valor los pobres nacerán sin culo”.
El otoño del patriarca.
“Yo creo que todavía no es demasiado tarde para construir una utopía que nos permita compartir la tierra”.
La mala hora.
“Le rogó a Dios que le concediera al menos un instante para que él no se fuera sin saber cuánto lo había querido por encima de las dudas de ambos, y sintió un apremio irresistible de empezar la vida con él otra vez desde el principio para decirse todo lo que se les quedó sin decir, y volver a hacer bien cualquier cosa que hubieran hecho mal en el pasado”.
El amor en los tiempos del cólera.
“Pues bien: todo eso es cierto, pero circunstancial”, dijo, “porque todo lo he hecho con la sola mira de que este continente sea un país independiente y único, y en eso no he tenido ni una contradicción ni una sola duda”. Y concluyó en caribe puro: “¡Lo demás son pingadas!”.
El General en su laberinto.
“La vida no es la que uno vivió sino la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.
Vivir para contarla.
“El oficio de escritor es tal vez el único que se hace más difícil a medida que más se practica. La facilidad con que yo me senté a escribir aquel cuento una tarde no puede compararse con el trabajo que me cuesta ahora escribir una página”.
"Cómo comencé a escribir", en Yo no vine a decir un discurso, recopilación de discursos del Nobel, 2010.
“Su nerviosismo era manifiesto cuando el profesor Gyllensten habló en sueco antes de volverse al colombiano costeño que se puso en pie y miró ante el mundo entero con los mismos ojos relucientes de aquel desventurado muchacho del colegio San José de Barranquilla (...)”.
Gerald Martin, en el libro Gabriel García Márquez, una vida.
“Desde antes de que empezara la matanza política ella pasaba las lúgubres mañanas de octubre frente a la ventana de su cuarto, compadeciendo a los muertos y pensando que si Dios no hubiera descansado el domingo habría tenido tiempo de terminar el mundo”.
La soledad de América Latina. Discurso de aceptación del Nobel.
“... Se tendieron en la cama, uno al lado del otro, y compartieron sus rencores, mientras el mundo se apagaba y solo iba quedando el cositeo del comején en el artesonado”.
Del amor y otros demonios.
“Pero nunca se sintió bien entre los ricos. Solía pensar en ellos, en sus mujeres feas y conflictivas, en sus tremendas operaciones quirúrgicas, y experimentaba siempre un sentimiento de piedad”.
La prodigiosa tarde de Baltazar.
“De pronto notó que se le había derrumbado su belleza, que llegó a dolerle físicamente como un tumor o como un cáncer. Todavía recordaba el peso de ese privilegio que llevó sobre su cuerpo durante la adolescencia y que ahora había dejado caer (...)”.
Cuento Eva está dentro de su gato.
“La novela es como el matrimonio: se lo puede ir arreglando todos los días, y el cuento es como el amor: si no sirvió, no sirvió”.
Gabriel García Márquez, una vida, de Gerald Martin.
“El periodismo es una pasión insaciable que solo puede digerirse y humanizarse por su confrontación descarnada con la realidad”.
El mejor oficio del mundo, discurso ante la asamblea número 52 de la SIP.
“El coronel necesitó setenta y cinco años -los setenta y cinco años de su vida, minuto a minuto- para llegar a ese instante. Se sintió puro, explícito, invencible, en el momento de responder: -Mierda”.
Final de El coronel no tiene quien le escriba.
“Uno no es de ninguna parte mientras no tenga un muerto bajo la tierra”.
Cien años de soledad.
“Era lo último que iba quedando de un pasado cuyo aniquilamiento no se consumaba, porque seguía aniquilándose indefinidamente, consumiéndose dentro de sí mismo, acabándose a cada minuto, pero sin acabar de acabarse jamás”.
Cien años de soledad.
“Amaranta (...) creyó que la había picado un alacrán.
-¡Dónde está! -preguntó alarmada.
-¿Qué?.
-¡El animal! -aclaró Amaranta.
Úrsula se puso un dedo en el corazón.
-Aquí-dijo”.
Cien años de soledad.