Un libro para descubrir que el latín está vivo en todos los ámbitos, aunque no nos demos cuenta, «De Asterix al Brexit», «Sobre esta pizza edificaré el Imperio romano», «El latín es la leche» o «De Espartaco a Grease» son los títulos de algunos de los capítulos que componen este entretenido libro.
Emilio del Río nos muestra, a través de multitud de referencias al deporte, la economía, la comida, el cine o la música, que el latín está muy vivo entre nosotros, y no solo en los registros cultos, sino en la cultura coloquial sin que seamos conscientes de ello.
Junto a los aspectos puramente lingüísticos, Del Río incluye en cada uno de sus más de cincuenta capítulos de Latín lovers infinidad de referencias al mundo extralingüístico, tanto extraídas de su riquísimo acervo cultural como de la más rabiosa actualidad, preparando con todo ello un cóctel imparable en el que no faltan, además, las dosis necesarias de buen humor. La curiosidad de Emilio es, además, universal, no limitándose a los divertidos secretos y misterios que atesora la lengua latina en relación con la castellana.
¿Vivían los romanos en pisos? ¿Cómo era la vida en una gran ciudad como Roma? ¿Comemos lo mismo que ellos? ¿Celebramos las mismas fiestas? ¿Qué hemos heredado de los romanos? Por supuesto, la lengua, el derecho, la red vial, los sistemas de conducción de agua, etc., pero también compartimos con ellos muchas costumbres arraigadas en la alimentación, el ocio, el deporte, la moral, el urbanismo, la educación, la moda, los rituales y las fiestas.
Un libro de curiosidades tratadas con humor, donde descubriremos que somos romanos, aunque no nos demos cuenta.
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